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De lo extraordinario a lo ordinario

 

El rugido de Muckraker

 

 

Tres historias muy ilustrativas: 1ª historia: Octubre 2019: empresa líder en el sector inmobiliario en España está inmersa en un proceso de selección para su departamento jurídico. Una de las candidatas, la noche anterior al día de la entrevista final se entera de que está embarazada. Su ilusión por el cambio a un trabajo mejor en una empresa mejor se viene abajo cual castillo de naipes. Así, en la entrevista final, le hace saber a la empresa sobre su situación con la ilusión del hijo que espera pero con la desilusión del puesto para el que se autodescarta. La persona responsable de contratarla explicaba que "lo fácil hubiera sido descartar a esa candidata. Sin embargo, lo honesto era tratar su candidatura como si no estuviera embarazada. Si daba el perfil que buscaba antes de saber que estaba esperando un bebé, ¿por qué debía cambiar después? ¿Qué son unos meses en la vida profesional de una mujer?" Prejuicios y discriminación expulsados del plató. Dos semanas después, esa joven empezaba a trabajar en la empresa con la que soñaba. Y llevando en su vientre al hijo con el que soñaba despierta. Esta noticia se hizo viral en LinkedIn consiguiendo más de 1 millón de visualizaciones y más de 20 mil comentarios. Se dice pronto. Fascinante.

 

2ª. 20 de agosto de 2018: Skolstrejk för klimatet (huelga escolar por el clima) reza una pancarta escrita a mano por una adolescente sueca de solo 15 años llamada Greta Thunberg. Lo significativo es que esa chica se planta a diario desde ese día a las puertas del Parlamento con su pancarta. Su única demanda: instar a las autoridades suecas a actuar para reducir las emisiones de carbono con base a lo establecido en el Acuerdo de Paris. La foto de la joven activista sentada con su cartel da la vuelta al mundo. Mayo 2019: La prestigiosa revista TIME la elige para su portada y la nomina como líder de la próxima generación. Viernes 6 de diciembre de 2019: un año y cuatro meses después de saber de ella por primera vez, Greta llega a Madrid para acudir a la cumbre contra el cambio climático (COP25) como una auténtica estrella mundial, con una atención mediática sin precedentes y abriendo todos los telediarios y portadas de prensa de medio mundo. Fascinante.

 

 

Pero me preguntaréis: Muckraker, ¿que tiene ver todo esto con el mundo de los impuestos? Pues aquí viene la tercera historia: 24 de marzo de 1987. La Fiscalía de Madrid presenta en el Juzgado de Madrid una querella por delito fiscal contra la entonces afamada Lola Flores (la Faraona) y su marido, Antonio González. Motivo: no haber realizado las correspondientes declaraciones del IRPF entre los años 1982 y 1985, existiendo además una importante deuda tributaria. Lo extraordinario del caso, amén de la pintoresca petición de la Faraona de que si fuera necesario se plantaba en plena Puerta del Sol demandando a los viandantes una peseta o un duro, es que era la primera vez que en España un personaje muy mediático era procesado por delito fiscal, encargándose el Gobierno de turno y los medios de comunicación de una publicidad tal que muchos llegaron a afirmar que el Ministro de Hacienda Carlos Solchaga les había tomado como chivos expiatorios para que los españoles tomaran conciencia de sus deberes fiscales, utilizándoles como reclamo publicitario. Parecían querer transmitir a los ciudadanos el famoso lema publicitario de 1978 de "Hacienda somos todos", aireando al detalle un juicio en la Audiencia Provincial que finalmente quedó en nada pero que sirvió para que la ciudadanía se diera cuenta de que nadie era impune en lo que a contribuir al fisco se refería. Ni siquiera la mismísima Faraona.

 

Desde entonces y más en los últimos tiempos como consecuencia de los mayores medios con los que cuenta la Agencia Tributaria, se ha visto desfilar a un sin fin de personajes públicos, desde futbolistas con más balones de oro que dedos de una mano a políticos y cantantes, no salvándose ni un solo sector del ojo escrutador de la Hacienda española. El mensaje es muy claro: todos estamos obligados a contribuir mediante los impuestos para que el Estado del Bienestar siga funcionando tal y como está concebido. Todos sin excepción. Y en igualdad de condiciones. Sin trampas, sin privilegios. El ciudadano de a pie, al ver las condenas y las penas de telediario se lo piensa dos veces antes de dejar de pagar sus impuestos. No vaya a ser.

 

Y es que yo percibo claramente, desde hace un tiempo y en muy diversos ámbitos, como lo extraordinario ha pasado a ser ordinario. La conocida ya como cuarta revolución industrial, la nueva era de internet, las redes sociales y la transmisión de información en tiempo real ocurra en el lugar del mundo donde ocurra, ha llevado a conseguir hitos que antes parecían imposibles.

 

Dícese de la toma de conciencia colectiva en aras a realizar actuaciones concretas desde ya respecto del cambio climático para evitar llegar a un punto de no retorno, con la dificultad de que no seremos nosotros sino futuras generaciones las que sufrirán la inacción de ahora, como Greta ha simbolizado ante la adoración de medio mundo y la mofa del otro medio. Servidor, que deja el ruido para centrarse en lo importante, valora enormemente a esta chica adolescente en tanto en cuanto su mediática figura agita las conciencias del mundo entero. De lo extraordinario a lo ordinario.

 

Dícese de las empresas líderes y no tan líderes que ya han adoptado medidas para no discriminar a nadie por la causa que sea, contratando a una mujer embarazada porque es la persona que mejor les encaja, relativizando y buscando soluciones al tiempo que estará ausente por maternidad. Otra vez, de lo extraordinario a lo ordinario.

 

Los mecanismos que tenemos hoy día y que antes no existían son palancas de cambio para una transformación que ya ha empezado y que no viene de arriba abajo, como ocurría históricamente, sino de abajo arriba, de las personas corrientes como tú y como yo que en nuestro día a día realizamos acciones extraordinarias como algo ordinario. Y así cientos, miles, millones, cientos de millones. La tecnología lo facilita. Y hoy se puede transformar nuestro mundo como nunca antes hubiésemos imaginado y en un tiempo donde el ahora ya es ayer.

 

En esta línea, termino con una canción de Diego Torres que a mi me animaba bastante, Color de esperanza, que decía: 

 

"Es mejor perderse que nunca embarcar
Mejor tentarse a dejar de intentar
Aunque ya ves que no es tan fácil empezar

Sé que lo imposible se puede lograr
Que la tristeza algún día se irá
Y así­ será la vida cambia y cambiará

Sentirás que el alma vuela
Por cantar una vez más

Saber que se puede querer que se pueda
Quitarse los miedos sacarlos afuera
Pintarse la cara color esperanza
Tentar al futuro con el corazón"

 

...Saber que se puede, querer que se pueda. Lo fascinante de estas historias es que son una pequeña muestra de que las cosas han cambiado. Ya nada es igual. Lo que valía ayer hoy ya no vale. Hay un antes y un después. Que se lo digan a la candidata en cinta que espera a su bebé y que es contratada a sabiendas de ello. Me lo creo, no es una historia ficticia. La protagonista es mi mujer. Y el bebé que ella espera es un pequeño Muckraker. Así de simple, de lo extraordinario a lo ordinario.

 

     Muckraker.-